Inventarios de gases de efecto invernadero (GEI)
Existen muchas variables que influyen sobre el balance energético del sistema climático, sin embargo el mecanismo fundamental que explica el calentamiento terrestre es conocido como Efecto Invernadero, consistente en la acumulación de calor en las capas bajas de la atmósfera como consecuencia de la intervención de los conocidos como Gases de Efecto Invernadero (en adelante GEI).
Los GEI existen de forma natural en la atmósfera donde cumplen la función de elevar la temperatura del planeta hasta niveles óptimos para la vida.
El dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua son los principales gases de este tipo. Los niveles naturales de estos gases se ven incrementados por las emisiones resultantes de la actividad humana, es decir, que no se producen de forma natural.
Del incremento de su concentración en la atmósfera, resulta una mayor captación de radiación infrarroja cuya consecuencia directa es el aumento de las temperaturas sobre la superficie, dando lugar al calentamiento global.
Para dar respuesta a este fenómeno, se crea la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático (en adelante CMNUCC) cuyo principal objetivo es controlar la injerencia humana «peligrosa» con el sistema climático.
La primera adición al tratado es el conocido Protocolo de Kyoto (PK), aprobado en 1997. Los países que ratificaron el PK, se comprometen a lograr objetivos individuales para limitar o reducir sus emisiones de GEI.
Los objetivos cubren el control de las emisiones de los seis principales GEI:
En las siguientes gráficas podremos ver la evolución de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI):